Elementos propios de la narración.

¿Cuántos elementos tiene la narración y cuáles son sus nombres?

La narración cuenta con cinco elementos principales que son: el narrador, el personaje, la trama, el punto de vista y el ambiente.

¿Cuáles son los elementos propios de la narración?

Los elementos propios de la narración son:

• El narrador
• El personaje
• La trama
• El punto de vista
• El ambiente

Definición de los elementos propios de la narración

• El narrador: es la persona que cuenta la historia. Puede ser un personaje de la historia o un tercero que no está involucrado directamente en la trama.
• El personaje: es el protagonista de la historia. Puede ser una persona, animal o incluso un objeto animado.
• La trama: es la secuencia de eventos que suceden en la historia. Incluye el inicio, desarrollo y final de la misma.
• El punto de vista: es la perspectiva desde la cual se cuenta la historia. Puede ser en primera persona (desde el narrador), segunda persona (desde el receptor) o tercera persona (desde un observador externo).
• El ambiente: es el lugar y tiempo en el que se desarrolla la historia.

¿Para qué sirven y cómo utilizar los elementos propios de la narración?

Los elementos propios de la narración sirven para crear una historia interesante y coherente. Es importante utilizarlos de manera adecuada para que la historia tenga sentido y logre captar la atención del lector.

El narrador debe ser coherente con el tipo de historia que se está contando. Si es una historia de terror, el narrador debe ser capaz de generar miedo en el lector.

El personaje debe ser realista y tener una personalidad definida. Debe ser capaz de evolucionar a lo largo de la historia y enfrentar problemas y obstáculos.

La trama debe tener un inicio interesante, un desarrollo emocionante y un final satisfactorio. Debe ser capaz de mantener al lector interesado y sorprenderlo.

El punto de vista debe ser coherente con la historia y el tipo de narrador. Debe ser capaz de transmitir las emociones y pensamientos de los personajes.

El ambiente debe ser detallado y coherente con la historia. Debe ser capaz de transportar al lector al lugar y tiempo en el que se desarrolla la historia.

En resumen, los elementos propios de la narración son fundamentales para crear una historia interesante y coherente. Es importante utilizarlos de manera adecuada y coherente para lograr captar la atención del lector y mantenerlo interesado hasta el final de la historia.